9.11.06

Todopoderosa

Desde hace meses duermo a ratos, excepto alguna noche milagrosa. Me levanto a las seis para dar de mamar y a las seis y media ando corriendo por toda la casa. Preparo el desayuno -panquecas para unos, cereales para otros- mientras pongo el almuerzo en envases de plástico. Me visto, cambio un pañal, persigo a Daniel para que se ponga la ropa. Juego un ratito. Despierto a mi esposo. Grito: "Está listo el desayuno". Nadie llega. Me peino. Comemos. Llora Andrés. Lo cargo, sigo comiendo con la otra mano. Persigo a Daniel para que se cepille los dientes. Me termino de vestir, tal vez de peinar. Cuando la mitad de la tropa sale de la casa, a las ocho y media o las nueve, yo ya estoy cansada como si fuera el final del día.
Trabajo por mi cuenta y soy capaz de ir tomando decisiones importantísimas mientras cambio pañales. Mentalmente redacto proyectos, amaso ideas, elaboro estrategias. Al mismo tiempo, saco cuentas -de la quincena para todos los empleados y las mías propias para pagar deudas familiares-, recuerdo fechas importantes como cuándo hay que pagar el teléfono, o qué día les toca pediatra a los niños, o a qué hora toca dar qué medicamento. Escucho las noticias para no estar tan perdida en tiempo y espacio. Hago mercado una vez a la semana. Dejo a mi bebé en casa con alguien que lo cuida y doy indicaciones de comidas. Voy a trabajar no sé ni cómo, y cuando llego a la oficina tengo tantos cheques por firmar, tantas reuniones pendientes, tantas cosas por hacer que apenas llego ya me fui, además cada tres horas me saco leche con un saca leche, regreso a la casa cargada con un termo que contiene el líquido vital, doy teta al llegar, preparo la cena, baño a Daniel y juego otro ratito con él, le leo cuentos, lo escucho, lo cargo, lo beso, lo achucho... hablo con mi esposo, lo escucho, lo beso, lo achucho, cenamos, acostamos a los niños y a eso de las nueve y media...¡tengo un segundo para mí!. Y digo un segundo, porque a las diez de la noche estoy que me muero del sueño y no puedo más. ¿Que cuándo escribo este blog? No sé ni cuándo. No sé ni cómo. Estoy a punto de borrarme en la nada, pero pienso: es una etapa, es una etapa...
Y es que ser mamá hoy en día supone para muchas esta especie de desdoblamiento natural para ser madre, esposa, gerente de algo, ama de casa, compañera de juegos... en fin, implica mucha concentración, destreza manual -como para cortarle las uñas a un recién nacido y no tajar un dedo-, buena psicología, una inteligencia suprema y magia... si, también la magia es importante. ¡Nos jugaron mal en el pasado con esto de la revolución femenina, porque nos mandaron a la calle a igualarnos con los hombres y nos dejaron iguales en la casa! Pero por ahí dicen: "sarna con gusto no pica" porque yo... ni quiero dejar de ser madre, ni esposa, ni quiero por nada del mundo dejar mi trabajo. Gajes del oficio.

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Hola Sonia
Me dejaste extenuada!!!!!!
Creo que prefiero mis insomnios.
De acuerdo contigo en la trastada de la "reivindicación femenina"!!!!

Pero todo se perdona por el olor o la sonrisa de los hijos

12:42 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Si bien es cierto que nos engañaron con lo de la reivindicación, también hay que reconocer que en algo muy importante los caballeros han cambiado (también): no paren, pero entran a los partos, nos acompañan a las consultas, se aprenden lo que ocurre en cada mes; no pujam , pero cuentan respiraciones. En fin, antes fumaban afuera mientras la mujer y el médico protagonizaban el milagro. Ahora son partícipes y, en casi todos lo casos entusiastas, que cambian pañales y se paran de noche. Mi esposo y yo tenemos un acuerdo: el los atiende hasta las 3 am, después me toca a mí, y si yo por casualidad me paro en su turno, me demuestra con una mueca su molestia. No somos iguales, pero están cambiando, y hay que hacerles los honores...

9:14 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

ay sonia!!
te leo y me ataco. a mi q he aplasado la maternidad por las mil cosas que hago cada dia pienso y pienso. ?podre con todo podre ser madre y seguir haciendo cine, documenales llevar adelante todo?, a mi me si me trasnocho por algo me levanto de mal humor y ando quebrada todo el dia!. sere una mujer al borde de un ataque de nervios con seguridad, por cierto en mi blog tengo una referencia de una chica embarazada y pronto tendre unas fotos de una amiga con panza bellisimas

9:18 p. m.  
Blogger Unknown said...

Hola Alejandra, qué bueno que mi blog te sirva para todo eso... pero ¿sabes? la maternidad es algo que se asume sin tener mucha conciencia de la cosa, asi que yo siempre digo: no hay que pensarlo mucho.
Al final, son tan inmensamente grandes las formas que asume el amor con la maternidad, es tan abruptamente transformador el hecho de "hacer un hijo" que nada se compara con esa experiencia. Nada. Ni hacer cine. Ni hacer títeres. Ni escribir poesía. Ni pintar a la mona lisa... tu que eres creadora vas a entender el día que decidas -sin mucho pensar- traer a un hijo al mundo. El día que te lo pongan en los brazos... vas a entender (aunque la verdad cuando te lo ponen hay una mezcla rarísima de amor con ¿quien es este? muy curiosa).
Lo que es seguro es que las películas que hagas después van a ser diferentes. Tu que hablas en tu trabajo de las mujeres, de la condición de ser mujer... estaría incompleto tu discurso interior si no lo vives. ¿No crees?
¿Sabes? Hubo una época en mi vida que comencé a soñar horriblemente con cachorritos, cositas babosas, feticos y todo tipo de "ñuños" por no decir niños porque no eran niños sino como bebes animales... en realidad eran como pesadillas, que aparentaban ser sueños. Era cuando estaba por cumplir 30 años y los sueños duraron varios meses. Estaba en Italia, en medio de mi viaje, y no tenía la más mínima intención de ser mamá. Me di cuenta de que era algo simplemente animal. Que soñaba (no despierta, sino dormida, como se sueña desde lo animal) con la maternidad porque el cuerpo me lo pedía. Pasaron muchos años hasta que eso ocurrió realmente (ya ves, como te dije en el restaurant arabe, no hay "todo ese apuro" que afuera te dicen). Si lo hubiera sabido entonces me hubiera horrorizado -que iban a pasar 10 largos años para tener un bebe mio en mis brazos-. Pero lo cierto es que es lo "animal" lo que se mueve luego de cierta edad -la naturaleza pidiendo lo suyo-. Luego está el cerebro y todo lo intelectual que lo complica un poquito, y todas las necesidades que nos hemos ido inventando como "seres completos" -alejándonos de lo natural para sentirnos cada vez más "completos"-
En fin, la carta es para que no te preocupes por tu cine. Eso siempre va a estar, como yo con mi teatro, como mi poesía... de esa no nos libramos ni que tengamos 10 niños!!!! jajajaja. Y claro que vas a poder, porque si puedes con la carga de una película, figurate, un hijo lo hace cualquiera... ¿por qué tu no vas a poder, quiero decir, hacer el hijo y seguir haciendo cine?? Tal vez tengas que parar unos meses, pero luego verás la forma, la vida te dirá la manera... ya verás. Hay sólo que confiar, dejarse llevar por las intuiciones, y tener fe. El resto te lo dice la vida solita.
Y lo de que si no duermes estás de mal humor, ya verás cómo cambias si tienes un bebe. Como cuento en mi blog, yo decía que nunca iba a poder dejar de comer por un hijo... jajaja.... ahora me rio. Bueno, un besito. Y a votar por Rosales, por fa!!! jajaja
-mandame las fotos si puedes!!!-

8:16 a. m.  

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