22.2.07

Una rica ensalada muy peligrosa

Esta mañana, con el apuro, casi convierto a mis dos hijos en una rica ensalada. Me explico: estres matutino de que tienes que salir corriendo a la guardería, Daniel correteando porque no se quiere poner la ropa, yo que lo persigo con la ropa en una mano y una medicina en la otra. Finalmente logro que Daniel se tome su medicina para la gripe y grita ¡¡¡¡¡¡¡¡¡guakala!!!!!!!!! con trago amargo, pero no hago caso y sigo con Andrés que también se tiene que tomar la misma cosa. Le hacemos entre Gori y yo un abrazo-chino-boa-constrictor y con un gotero comienzo a darle a gotitas, gu-gu, abre la boquita mi chuchi... y arruga la cara pero yo sigo gota a gota con mi remedio. De pronto me huele raro y el "oh, aquí hay gato encerrado" de madre se me enciende. Huele a VINAGRE... ¡La medicina huele a VINAGRE! La pruebo y algo peor: SABE A VINAGRE. Confirmo: ¡¡¡¡¡ES VINAGRE!!!!

¿Cómo una medicina puede convertirse en vinagre?

Pues no: nosotros mismos pusimos ese vinagre ahí. ¿Recuerdan cuando asistíamos a las marchas opositoras multitudinarias y teníamos que huir de las bombas lacrimógenas amenazados por la poli y para eso recomendaban llevar "un frasquito con vinagre y un pañuelo"? Pues bien: nosotros lo cumplimos al pie de la letra, sólo que entonces se nos ocurrió verter un poco de vinagre... en un frasquito de medicina infantil. ¡Qué ocurrencia de padres inexpertos! Pero así es, pues todos los padres somos inexpertos y los hijos tienen que sufrir las consecuencias de ser nuestros lindos conejillos. A la vinagreta. Mi pobre bebé de siete meses y medio probó por primera vez 1 cc de vinagre del malo.

MENOS MAL que la consecuencia de nuestra inexperiencia fué sólo casi convertirlos en rica ensalada, y no algo peor. Por lo tanto aprendimos -y compartimos con otros padres inexpertos lo aprendido-, o sea:
  1. no llenar NUNCA un frasco de medicina con NADA de NADA. Una vez que la medicina se acaba se bota el frasco BIEN LEJOS
  2. no llenar tampoco ningún otro recipiente, como: latas o botellas vacías de refresco, con nada peligroso. A raíz del incidente me enteré de que un niño se murió porque en una botella vacía de refresco metieron gasolina. El se encontró la botella y se la tomó.