29.6.07

Sorpresas diarias


Un hijo es una sorpresa diaria. Con sus tres años, Daniel aprendiendo el mundo llega directo al centro de las cosas. Lo que llaman "la esencia"
Por la mañana vamos de la casa a la escuela por los caminos verdes, a veces tomo una ruta, a veces otra. Esta mañana vamos por lo que llamamos "el camino de los lobos", pues siempre vemos perros negros que llamamos lobos y los vamos atrapando con cuentos de misterio. Cuando el camino de los lobos se acaba, Daniel se pone triste. Yo le explico que estamos otra vez en la ruta de todos los días. El asiente y dice:
-Ah, es que todos los caminos son hermanos.
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Vamos a una exposición de arte. Una escultura con forma de árbol retorcido, ramas intrincadas, se alza frente a nosotros. Daniel la ve detenidamente y me dice:
-Un árbol de invierno.
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Hace unos días estuvo con muchos vómitos y tuvimos que internarlo en la clinica por deshidratación. Por suerte, el lugar es pequeño y parece una casa de familia. La pediatra es su amiga, y él coloca valientemente su brazo para que "algo así como un zancudo lo pique". Pasamos la noche con el suero en su brazo pequeñito y al día siguiente le amanece bastante inflamado. Cuando le quitan todos los adminículos, él aprieta su mano visiblemente más grande que la otra y dice:
-Tengo la mano fuerte.
Luego mueve la otra mano y compruebla la diferencia.
-Esta la tengo suave. Y esta la tengo fuerte...
A la enfermera la llama "la señora que vive aquí" y del tratamiento dice "ahora tengo el cuerpo lleno de agua"

2 Comments:

Blogger La Gata Insomne said...

Me lo como 100 veces, piensa en voz alta. que bello!!!!

11:32 p. m.  
Blogger Maria D. Torres said...

Ese chamo de verdad es especial. Que maravilla que anotes todo. Vivan los blogs!

12:21 a. m.  

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