C'est la vie...
Voy en el carro conversando con mi esposo y sentencio en voz alta:
-Así es la vida- Mi hijo Daniel, acostumbrado a repetir todo lo que oye como un lorito, repite -La vida-. Yo divertida, por juego, le pregunto: -¿Y tu sabes qué es la vida?- segura de que va a responder cualquier cosa. El se queda muy serio pensando y me dice: -Sí, la paz- Yo pienso que es una casualidad y ha respondido sin saber de lo que hablamos y le vuelvo a preguntar: -Si, eso es la vida, ¿y qué más?- a lo que responde: -Mi papá-. Emocionada, vuelvo con la pregunta: -Si, eso también es la vida, ¿y qué más?-. Se queda un rato pensando y me dice: -También las plantas-
Los niños son un concentrado de sentidos. Mientras aprenden a hablar, pueden realmente exprimir el jugo del sentido primigenio de una palabra para devolverte a sus raíces, como lo hizo ese día al resumir sin problemas que la vida es (¿o debe ser?): estar sereno -y feliz-, estar con la familia y con la naturaleza.
Algo que me hace reír mucho: para Daniel las chucherías saladas como los chicharrones o las papitas fritas son: ¡caramelitos de pollo!
-Así es la vida- Mi hijo Daniel, acostumbrado a repetir todo lo que oye como un lorito, repite -La vida-. Yo divertida, por juego, le pregunto: -¿Y tu sabes qué es la vida?- segura de que va a responder cualquier cosa. El se queda muy serio pensando y me dice: -Sí, la paz- Yo pienso que es una casualidad y ha respondido sin saber de lo que hablamos y le vuelvo a preguntar: -Si, eso es la vida, ¿y qué más?- a lo que responde: -Mi papá-. Emocionada, vuelvo con la pregunta: -Si, eso también es la vida, ¿y qué más?-. Se queda un rato pensando y me dice: -También las plantas-
Los niños son un concentrado de sentidos. Mientras aprenden a hablar, pueden realmente exprimir el jugo del sentido primigenio de una palabra para devolverte a sus raíces, como lo hizo ese día al resumir sin problemas que la vida es (¿o debe ser?): estar sereno -y feliz-, estar con la familia y con la naturaleza.
Algo que me hace reír mucho: para Daniel las chucherías saladas como los chicharrones o las papitas fritas son: ¡caramelitos de pollo!
3 Comments:
Hola Sonia, quiza no sabias pero me encanta tu blog, siempre reviso a ver si escribiste algo nuevo, me encanta ver las fotos de Daniel y de Andres que realmente es un cuchuchurro esta precioso.
Leer tus aventuras de crianza es tan rico me dan ganas de ser mama.
gracias
Elisa
¡Qué sorpresa! Gracias. Qué bueno que nos podemos encontrar también asi... Te quiero mucho!!!!!
Hola sonia
Ya con 2 ojos mejorados, veo y leo lo que puedo.
Veo: Ninos preciosisimos. Daniel filosofo, pensador.
Andres un puchurrungo desplayado de comerselo.
Y una mama muy emocionada con toda esta vida, que no se como puede compartir con tantas otras actividades.
Bellos todos, e inferimos que papi tambien participa mucho en todo.
Besos
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