26.10.08

La leche que gotea...

Una amiga está amamantando. La escucho, y recuerdo todos los inconvenientes de esos seis meses con cada uno de mis hijos. Las dos horas libres entre sesión y sesión. Las casi ocho horas al día en una mecedora. La leche que goteaba -o salía a chorros- en el momento más inoportuno, por ejemplo en un supermercado, o haciendo el amor. Los pechos inchados o más que inchados, en su ser, ofrecidos al mundo como un trofeo. El hijo y su mano transparente en el pecho. La sed insasiable. Pero por sobre toda las cosas, recuerdo la sensación de estar alimentando al universo entero con algo milagroso, exacto e inexorable... En fin, a ella -y a todas las madres que andan o anduvieron en eso- dedico este poema que escribí hace tiempo.


EN NOMBRE DE LA CARNE


Estrías diminutas Piel sobrante
Un hijo y luego otro

El apenas nacido
manotea y flexiona a su paso
El otro
da vueltas por la casa acechando al misterio de la súplica
abriendo paso al ruego del amor

Algo sin nombre se estremece
en nombre de la carne

El poema se oculta en lo tibio
adormecido
aletargado
atisbando
Sabe de mi
por la leche tibia que gotea

Debe decir: -Coman
Beban
Nútranse-
pues pocas son las veces
en las que un alimento crece
sin ceremonia ni súplica de ser

2 Comments:

Blogger La Gata Insomne said...

Guao!!!
Sonia qué belleza

qué poeta

así de especial y mítica me sentí en esos tiempos

La Gran Madre

2:13 a. m.  
Blogger Unknown said...

Hola Sonia

Me encanto este reflexión y poema y por tanto me atreví a publicarlo en un grupo de facebook titulado APOYEMOS LA LACTANCIA MATERNA! NO A LA LECHE EN LATA! ÚNETE Y CORRE LA VOZ!. Espero no te importe, claro está publiqué tu autoría y referencia al Blog. Si fue mucho mi atrevimiento, me avisas para tomar cartas en el asunto. Claudia

8:37 p. m.  

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